miércoles, 12 de agosto de 2009

No es de Murphy, es de las cavernas.




Conversando con un amigo, en el cuarto café, más o menos, nos cruzamos con una de las máximas que alguna vez hemos escuchado, que dice "cuando estás solo, no enganchás a nadie, pero cuando empezás a salir con una persona, ahí te llegan todas las propuestas juntas".

A qué voy con esto? Varias veces hablé o me hablaron de la "mala suerte", o "mal timing" que tiene la vida para traerte las cosas que querés. A veces estás buscando a una mujer, no te da pelota, seguís y seguís, y nada, solo como loco malo. En cierto punto tenés éxito, y dejás de lado esa innumerable cantidad de noches en las que terminaste viendo una película y cenando comida de delivery. Es a partir de ahí cuando, supuestamente, te llegan otras ofertas, antes inexistentes, que parecían hasta maliciosas, casi como una ironía de la vida, que, como camarero jodido, te comunica que el plato preferido que no pudiste pedir hace cinco minutos, ahora está disponible, pero vos ya te estás comiendo esa tarta sospechosa.

Algunos sostienen que es la ley de Murphy, que dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. Casi como una oda al destino trágico, a la mala suerte, o como lo quieras llamar.

En arduas disquisiciones, basadas en estudios de campo de diverso tipo, he llegado a la presuntuosa conclusión de que ello no es así. No se trata de mal timing, ni de mala suerte, simplemente es una simple relación causa - efecto.

Un hombre se la pasa buscando una pareja, tira 20 líneas, a ver si algo pica. No cierra nada, espera, con un claro "total el no ya lo tengo" y simplemente intenta llegar a la mayor cantidad de mujeres posibles, para ampliar sus posibilidades de alcanzar el éxito y dar con la única que lo va a hacer feliz. En ese proceso, el tiempo pasa, las relaciones van surgiendo, y se da una especie de selección natural, a la que voy a llamar algo así como "la cuestión primitiva de encontrar pareja".

Esa "cuestión primitiva" es un enorme comodín que me permite justificar un montón de cosas que, de otro modo, serían muy difíciles de explicar, pero en ambos sentidos. Nadie puede asegurar que la ley de Murphy funciona, incluso que exista, más allá de un enunciado pesimista. Tampoco nadie puede sostener que mi versión es errónea, porque no hay pruebas, y porque le rompería las piernas por intentar derrocar esta tiranía ideológica.

El hombre, o la mujer (aquí comienza la etapa más "experimental" de esta ponencia) tienen un sistema primitivo de selección, que busca al más apto del sexo opuesto. Esa aptitud se basa en infinidad de criterios, la gran mayoría no están en el plano consciente (una manera sutil de decirte que aunque te niegues, existe, pero lo que pasa es que vos no te das cuenta) sino que pululan en procesos internos, irreconocibles por el ojo inexperto.

En nuestro caso, la enorme experiencia en el campo de las relaciones interpersonales (ponele) nos hace sostener esta idea: cuando un hombre o una mujer alcanzan el éxito con el sexo opuesto, emanan algo imperceptible a nivel consciente (nótese la facilidad para evadir cualquier método probatorio), tal vez un aroma ( abrimos la ventana de las hipótesis feromónicas y las estafas de venta por tevé), tal vez una vibración (esa "buena vibra" imposible de comprobar), un "aura" (Silvia Perez dixit) o lo que fuese, hasta una actitud corporal distinta.

En esta hipótesis, eso que emanamos llega al sexo opuesto, tal vez a través de los sentidos (seguramente, diría), y es probable que se conecte con algo como el sistema nervioso autónomo (que era algo automático que siempre me pareció muy piola, como un piloto automático de humanos, un chiche), y provoque en el organismo una serie de reacciones químicas acordes.

Resumiendo: cuando uno conoce a alguien y la pega, los otros se dan cuenta, tal vez porque uno anda sonriendo como un tarado, o porque anda más suelto, o simplemente porque se bañó. Entonces, nada de Murphy, esto es una cosas primitiva, que viene de nuestro interior más cavernícola y oscuro, y que nos lleva a un plano más animal que racional.

Si usted, por algún motivo, piensa que esto que he dicho es una tontería, deje sus datos personales, que le enviaremos un "promotor" para "explicarle" nuestras ideas, y "convencerlo" de lo bien que le haría pensar igual.

Saludos.

10 comentarios:

  1. a ver si lo entendí, cuando Ud cree que se enganchó una mina (digo cree porque todos sabemos que es alrevés), le nace automaticamente un collarín, que todas las otras minas notan y dicen "eh che, ese tipo tiene dueña, por qué será?", y a partir de ahí se rompen el culo pa'afanarseló a la primera, tal vez de puro competitivas nomás (léase guachas).
    ej así?

    ResponderEliminar
  2. Algo así. El éxito con una "mina", o con un "tipo" hace que vengan otros. Y lo de la competencia es algo que tiene que ver con la selección natural.
    Veo que captó la idea con precisión, salvo lo del collarín, pero lo dejo como licencia poética.

    ResponderEliminar
  3. Pocas cosas me dan mas odio que (y esto es totalmente empírico )que cuando una se pone a salir con alguien y esta bien, aparece el tarado que estuvimos esperando durante mesesssss y que nunca nos dio bola.

    BEsos HB

    ResponderEliminar
  4. Absoluta y totalmente de acuedo...me da miedo disentir entre el prometor y mis pobres piernas jaja No en serio Creo 100% que es asi

    besos

    ResponderEliminar
  5. Buenisimo...es asi...creo que pasa lago igual cuando vas caminando solo por la calle o cuando vas acompañado...las miradas son distintas..

    ResponderEliminar
  6. lo comparto!!!! no se porque una esta saliendo con alguien y esta bien y surgen invitaciones, o personas del pasado... y cuando hay malaria nada....no se si comparto la teoria primitiva! pero que algo hay y no es explicable eso seguro.... besos y buen finde

    ResponderEliminar
  7. Bueno, los sumo a todos al grupo de investigación, por favor vayan enviándome sus aportes, vamos a llegar al fondo de la cuestión, cueste lo que cueste. Es por el bien de la humanidad toda.

    Nosotras: creo que en alguuunos casos, podría darse que se termine el histeriqueo, al ver que el otro se iría con distinta pareja, capisce?
    Creo firmemente que algunos dan vueltas hasta que es tarde.
    Besos para todas ustedes.

    Liberté: usted no decida nada, que en estos días va a estar con una sonrisa, me parece.

    Descascarado: coincido, las miradas son distintas, algo de competencia, supervivencia, no lo se.

    Remota mente: llámelo primitivo, o como fuese, pero algo está pasando !

    Buen fin de semana a todos.

    ResponderEliminar
  8. En un todo de acuerdo con Hipólito, porque no me gustaría que venga el promotor a convencerme, para que lo va a mandar Don Hipólito, si estoy de acuerdo no?
    Lo de la competencia y la selección natural no tengo dudas, todas queremos quedarnos con el príncipe, hasta que muestra la hilacha y a vos en cuello, nos preguntamos: DÓNDE QUEDÓ EL JUGADOR DE FOBAL???
    Besos,y si el Rana no le cumple, me avisa, que tengo un muchacho para presentarle ;)

    ResponderEliminar

Aquí puede usted hacer un descargo, refutación, reafirmación o lo que desee sobre una opinión vertida por este servidor. Tenga en cuenta que si opina en nuestra contra, lo podríamos ir a reprender violentamente.