martes, 30 de marzo de 2010

Te lo dije

Te dije que el pibe era gay, te lo dije en la década del ´90, y no me dabas pelota.
Viste? te lo dije, resulta que es gay.
Me cambia la vida esto? Ahh... no me cambia? Bueeeeno... esteeemmmm...
Vió cómo cambió el clima doña?


Otro tema:
Resulta que en La Rioja, estaban tomándole declaración a un hombre, acusado por abuso sexual.
En medio de la audiencia, en una sala donde estaba prohibido fumar, el tipo hizo algo insólito: sacó un porro de su bolsillo para fumárselo ahí mismo, frente a todos.
No lo dejaron, se suspendió la audiencia, el fiscal y su abogado, perplejos.
Cómo se llamaba el señor que sacó el porro?
Marcelo BOLADO.


jueves, 25 de marzo de 2010

Preguntas

En estos días volvió mi sensación recurrente: muchas cosas me joden, seré yo?

Se acerca el mundial, y las empresas de Tv por cable te ofrecen hasta un chino que te apantalle, con tal de que no te cambies de proveedor y que les compres el paquete X que te sale baratito.
Yo me pregunto: cuando había TV abierta, la idea era que teniendo TV por cable ya no tenías publicidades molestas, entonces veías tranquilo tus programas y por la falta de publicidad pagabas un abono? Digo, porque ahora en el cable hay publicidad, y no estoy pagando menos, de hecho no estoy seguro todavía de la utilidad de tener canales más allá del 70, es un zapping raro ese.

Hace unos meses subieron los LCD, por un impuesto con el que facilitarían la producción en Tierra del Fuego. Ahora bajaron un poco, pagando con ciertos bancos, y te los ofrecen en 50 cuotas en pesos. Con una inflación cercana al 2.5% mensual, quién va a bancar la diferencia a 4 años? No será el gobierno Nacional que está haciéndonos la gran "qué bien que está el país, comprate un lcd y mirá el mundial y no jodas" ?

En Capital Federal se oponen a que se usen las pistolas Taser, que descargan electricidad, sin matar a la víctima. El fundamento es porque son similares a los aparatos de tortura, y pueden causar más daño.
A nadie le preocupa, digo yo, que la policía de provincia pueda llevar armas de fuego? Porque creo que yo les daría esos martillitos inflables que se usan en los casamientos, cuando llega el carnaval y estamos todo borrachos.

Al baterista de Callejeros ahora lo indagan por una planta de marihuana que tenía en el patio. No sería más práctico que le pregunten cómo hizo para prender fuego a la mujer? Digo, qué se yo, es como atropellar a 5 personas, pero que te sancionen por tener el registro vencido.

Tenemos un juez, Faggionatto Marquez, que tenía bajo su custodia un campo sembrado con soja. Le dió pena que se perdiesen tantas plantitas, así que le encargó a la policía que venda la soja. Práctico, no? Podríamos vender también los coches incautados, las motos, incluso la droga, sería lindo que también tengamos 50 cuotas, no?

Por suerte está bajando la temperatura, con lo que tendremos menos dengue. No sería bueno entonces itentar reventar a los mosquitos antes de que vuelvan? Ahh no? Claro, ahora con el frío viene la gripe A.




miércoles, 10 de marzo de 2010

Recuerdo

Hoy hablaba un ratito con Tita, ya saben de quién les hablo...
Me vino a la mente el tema de los recuerdos, y especialmente sobre alguien en especial. Paso a contarles, entonces:

Yo fui criado en Brasil, pese al hecho de haber nacido aquí, con lo cual estuve un poco distante del resto de mi familia, aunque debo admitir que mis viejos siempre se preocuparon por llevar abuelas y tías a Salvador para pasar semanas o meses con nosotros.
Como hijo único, me resultó importante saber que las fronteras de mi familia se extendían más allá de mis viejos, que no éramos una especie de Andorra, chiquitos y rodeados, sino que había más gente con la que me unían lazos de sangre, pero en otro lugar.

Siempre me pregunté si el tiempo transcurrido junto a la familia es directamente proporcional a cuánto queremos a cada uno de sus miembros, capisce? O sea: si te crió una tía, y la veías todos los días, es de suponer que la quisieras más, por sobre otra tía que sólo veías en navidad y que te regalaba medias? Claro que tal vez el hecho de las medias empeoraba todo, puede ser.

En el caso de mi abuelo, no fue así. No conocí a mi abuelo paterno, él ya se había muerto para cuando yo nací. Me imaginé luego que mi viejo tal vez sufrió esto, por la imposibilidad de presentarle al nieto y compartir algo tan bonito. Pero esto fue después, mientras tanto, y pese a vivir en otro país, pude conocer a mi abuelo materno. Según me contaron luego, era un tano trabajador, fanático enardecido de San Lorenzo, que según mi abuela "iba a la cancha y se quedaba como los pollos, parado bajo la lluvia mirando el partido con el traje puesto". Qué tiempos serían esos, en que un tipo iba a ver fútbol con un traje, no?

Más allá de su fanatismo por San Lorenzo, supe luego que hacía de todo: pintaba, hacía trabajos de carpintería, etc. Un tipo trabajador, pero sobre todo, un tipo bueno. Yo no lo conocí desde esta visión, apenas supe que era de San Lorenzo cuando fuí mayor, de hecho no me atrae el fútbol, salvo por la selección, pero lo remarcable de mi abuelo fue lo mucho que quedó en mis recuerdos, y el poco tiempo que pude compartir con él.

Si me preguntan por él, mi relato puede durar un minuto, o una hora, pero los hechos no habrán ocupado más que una o dos horas de nuestras vidas. Tengo un sólo recuerdo de mi abuelo, recuerdo un solo día que pasamos juntos. Me muestran fotos en las que me tiene en brazos, con cara de orgullo, pero de eso nada, era pequeño, me imagino. Lo mio sigue en ese día, en esas horas, y nada más.

Pese a la lógica, esa proporcionalidad entre cariño y tiempo compartido no se dió jamás. Con ese único recuerdo que tengo de Angel (así se llamaba) me basta y me sobra para emocionarme pensándolo. La cosa era simple: mis abuelos vivían en Vicente Lopez, en Roca y Maipú, y mi abuelo me llevó caminando hasta la heladería EL Lido, en la esquina de Libertador. Me compró un helado, y yo tomé los sabores que tomé toda mi vida desde ese instante: limón y dulce de leche. Una combinación tal vez poco feliz, pero para mí es con gusto a mi abuelo, es todo un recuerdo gustativo que dispara otros, más complejos.

Tomamos el helado, pero no ahí, subimos las escaleras del paso a nivel, y esperamos a que pasen los trenes, cucurucho en mano, y con dos servilletas, como siempre. Me fascinaban los trenes, porque en Brasil no había, y a los aviones ya los conocía. Al terminar el espectáculo, volvimos caminando.

Con el paso del tiempo me enteré que el tiempo que vivimos juntos fue breve porque Angel sufría del corazón, y le habían prohibido caminar mucho, comer mucho, especialmente sal y dulces en exceso. Me contaron que alguna vez lo delaté sin querer, contando nuestra actividad preferida. También me contaron que a él le gustaba tanto el dulce de leche, que lo compraba y comía a escondidas.

No tuve más de él, pero no me quejo. Muchas veces pasé nuevamente por El Lido, me dolió ver que lo cerraban, pero ese recuerdo, el de ese día, es uno de los más agradables de mi vida.