sábado, 31 de octubre de 2009

Invasión !



Ayer, lenta y paulatinamente, la casa se fue llenando de brujas.
Invitadas al convite, ellas llegaban por pares, algunas solas, otras con algún oculto séquito, y se iban apoderando de la casa. Al comienzo pensé en luchar, pero eran tantas...
Opté por la salida más práctica, les dí de beber, y cuando estaban distraídas, utilicé mi salida secreta, subrepticiamente desaparecí.
Al final, cuántas veces uno dijo "a esta departamento lo llenaría de minas !!!" y cuando llegan, uno termina desalojado... Qué mundo cruel !
Y para colmo, vino Tita, a ella no la podía echar. La talentosa tampoco, mujer muy importante, ligada a la mafia y al lavado de dinero (o al lavado seguro). Llegó también un mini ninja, pero con rulos, difícil de agarrar por su tamaño pequeño y sus rulos electrizados. Entre esas tres, ya se trataba de una lucha disputada. Para cuando se completó el grupo, eran 5 contra un servidor, e increíblemente me fui. No me conozco.

jueves, 29 de octubre de 2009

Joyeux Anniversaire amies gauloises !!!!




Toda mi infancia y adolescencia leyendo las epopeyas de mis galos preferidos !!!!!!!!
Feliz aniversario galos !!!! Que vivan Asterix, Obelix, Panoramix, Abraracurcix, Esautomatix, Edadepiedrix, y también el pobre de Asuranceturix, que estará atado por ahí a algún árbol.
No me puedo olvidar de Idefix, primo hermano de Mendieta !

martes, 27 de octubre de 2009

" Esto sólo me puede pasar a mi "

Les pedí que me hicieran acordar, así que, nobleza obliga, debo agradecerlo.

Hace aproximadamente dos años, me casé. Pese a los incansables esfuerzos de la Hermandad de la Costa, y sus sutiles mensajes como aquella cabeza de chancho empalada en la puerta de casa, tomé la decisión de formalizar.
No fue tarea fácil, pero como todo lo que uno hace pensando un poco, lo hace lon la esperanza de obtener mayor rédito que esfuerzo.
Vivía yo en un departamento comprado poco antes del casorio.
El departamento ya tenía teléfono, me lo transfirieron al momento de escriturar, cosa bastante práctica, pero hubiese sido mejor que también me diesen el teléfono de un buen yesero, no el oligofrénico empedernido que me tocó en suerte, pero ese es otro tema.

Comenzó todo tranquilo, o no tanto, porque los pormenores de la previa a una fiesta de casamiento están creados para que sufras lo suficiente como para decir "que salga como salga, me tiene podrido" y después te dés cuenta que al final fue lindo, pero para vos duró cinco minutos. Menos mal que está el video, y podés verte innumerables veces saltando como tonto con ese sombrerito mexicano, pero contento, un poco copeteado, allegro ma non troppo.

Salimos de luna de miel, todo lindo, todo bonito, volvimos y estuvimos chochos. Pero el destino me preparaba una historia que si me sentase a escribirla, no podría jamás generar semejante sorpresa.

Llegamos a casa, abrimos las valijas, pasaron un par de días, y me llamó la atención que no habíamos sido extrañados por nadie, no nos llamaban ni los encuestadores. De vez en cuando sonó el teléfono, pero se cortó, no me contestaron, etc. Usé el celular, pero cuando uno viene de un ambiente completamente distinto, tarda en ubicarse, en desconfiar, en fin, en ser normal.

Un amigo me comentó algo interesante: había llamado a casa, y le habían cortado, luego le dió ocupado varias veces. El tema es que eso había sido cuando estábamos de viaje.
Otra amiga hechó más luz al tema: ella había llamado, preguntando por mi nombre, con la esperanza de encontrarnos recién arribados del viaje. La atendió una persona que dijo llamarse igual que yo, pero a ella le sonaba raro, tenía un estilo distinto, y hasta una tonada. Sospechó, y lo increpó con frases como "vos quién sos que le estás robando la línea a mi amigo". El tipo insistió en personificarme, y luego cortó.
Ella, desconfiada y ladina, hizo llamar a su hermana al día siguiente. Se repitió la conversación, pero la hermana se hizo la tonta, simulando caer en el engaño. Después de un tiempo, el malviviente confesó llamarse igual que yo, pero ser un "vecino", que se había mudado, y que tenía el teléfono "ligado" al mío.

A ambas hermanas les llamó la atención que el "vecino" preguntaba permanentemente el número al que ellas habían llamado, esto las hizo sospechar de que sus intenciones eran dar ese número a otras personas.
En un tercer llamado, el tipo confesó ser un vecino del mismo edificio, pero no quiso dar piso o departamento.

Ahí llegamos nosotros, nos enteramos de todo esto, y comencé mi búsqueda frenética por el edificio. Consulté con el oráculo, quien todo lo sabe pero nada hace, si, con el encargado, y me comentó que justo encima de mi departamento, se había mudado recientemente un muchacho radicado en perú. Le pregunté por el nombre del muchacho, pero sabía sólo el apellido.
Busqué durante los días posteriores algún indicio, y encontré una factura a su nombre. Se llamaba igual que yo.
Como trabajo, no estaba en casa durante el día. En una oportunidad, mi señora madre (la persona más pesimista que conozco, pero esta es otra historia) nos visitó sin éxito (no recuerda que trabajamos), pero se cruzó al infractor, quien se identificó amablemente como "el nuevo vecino de arriba". Mi madre, que para romper la paciencia tiene un doctorado en Princeton, lo increpó sobre el tema telefónico, de tal modo que logró una inmediata confesión por parte del filibustero trasandino.

Cuando me enteré, fui varias veces, con cara de loco malo, a golpear la puerta de su departamento. Incluso me pareció escuchar ruidos adentro, sospeché que el cobarde no se daba a conocer por miedo a mi famosa patada voladora. No logré contactarme con el ladrón de línea, pero me enteré por parte de mi señora madre (un poco pesismista, no se si les conté) que confesó haber "probado" un cable que vio en la pared, y que cuando encontró tono se puso muy contento y habló con su familia.

Claro, se ve que los cables llevan enanitos que no son de nadie, y vos podés abrir como una canilla imaginaria que los deja salir, y les llevan cartitas a tus familiares que viven en el culo del mundo, y no te cobran nada, sino que después le pasan todo el despelote a un tarado que vive abajo, y que de paso, no cree en esos enanos.

La cuestión, como dice un amigo, es que pasaron los días, y no me abrió, reclamé a Telefónica, al consorio, al encargado, a un afilador y hasta a un testigo de Jehová, que después de comentarle sobre mi falta de confianza en las soluciones metafísicas, lo consulte sobre las prácticas permitidas en cuestiones de venganza. El viejo tema del "ojo por ojo", digamos.

Planifiqué distintas maldades, mientras esperaba encontrármelo al malviviente en un pasillo, en un ascensor, en la góndola de los chinos, no se.

Pasaron dos o tres días, y en uno de mis habituales interrogatorios a Juan Carlos Batman (el encargado, que se llama Juan Carlos, y le puse Batman por Casero y porque no existe), me dijo un poco consternado:

- Ahhh, cómo? no te enteraste ?
- Se ve que no, de qué no me enteré ?
- Del muchacho de arriba, el del problema con el teléfono.
- Ahh del ladrón de línea, qué pasa, se dió a la fuga por el balcón?
- No, pensé que sabías, se murió ayer.

... Me quedé mirándolo, para mis adentros pensé "este Batman no es tan canchero, no me puede estar jodiendo con esto, porque si me jode lo tengo que aplastar con el portón del garage".

Pregunté: "el tipo de arriba de casa, que me robaba el teléfono, ese se murió? De qué? cómo?"
- Resulta que el muchacho tenía un problema en un ojo, tenía uno de vidrio, parece. (J.C.Batman dixit)
- Y ?
- Y parece que eso fue una secuela de un accidente que tuvo en Perú, también se había golpeado la cabeza.
(Aquí pensé si Batman me estaría boludeando nuevamente, pero me pareció demasiado elaborado)

- Pero qué le pasó?
- No se, parece que se estaba dando una ducha, y quiso salir y se cayó en la bañadera, se desnucó y se mató.
-...este queeee.... ehh... cuándo?
- Ayer a la noche.
- Lo parió...

Y así concluye la historia, me fui a trabajar pensando si sería yo quien al golpear la puerta lo asusté, y de ser así tendría al fantasma del cíclope peruano siguiéndome por todos lados, o apareciendo en el teléfono...
En fin, como dije antes, "esto solo me puede pasar a mi".

miércoles, 21 de octubre de 2009

Otra pregunta sin respuesta

Por qué será, digo yo, que cuando escucho o veo algo que tiene que ver con lo solidario, con ayudar al prójimo, me emociono y me dan terribles ganas de ayudar y de hacer algo... Pero después se me pasa, y termino sin hacer nada?

Al final tengo un mísero intento de solidaridad burguesa, tan efímero como las ganas de pagar impuestos.
Como diría Quino, en voz de sus tantos personajes: No me dá verguenza? Ahh, cómo, no me da? Nunca termina uno de conocerse...

P.S. Rastelman me hizo recordar a Stevie Ray... aquí les dejo algo, y me dicen que les hace recordar:


sábado, 17 de octubre de 2009

Háganme acordar

Después háganme el favor de recordarme que les cuente la historia del individuo que me robó la línea telefónica. Eso, nada más, no les pido más porque si no, se me llenan de estresss.

Ahh, me olvidaba, y tengo que volver con el tema del insomnio, son las 6.23 y no me pude dormir, todavía.
Ojo, tiene un lado práctico, soy uno de los más informados a esta hora.

martes, 13 de octubre de 2009

Llevarse la casa a cuestas

La discusión es siempre la misma en los asados: me iría a vivir a otro lado, pero llevándome la casa que tengo ahora. No se puede señor ! Si se muda, construya algo parecido, porque un penjaus en el medio del campo es una bota en la pileta, no camina.

Hablando de asados, hoy hice uno relámpago, y con esto no quiero decir que electrocuté la carne .....OJO !!!! ABRO VENTANA !!!!! Y si hay un método con electrocución para hacer asados en 3 minutos? Están ustedes de testigos que la idea fue mia, porque ya veo que viene un chino, me mira, me mira, y después se va a Shengzou y me hace lo mismo, pero para cocinar pollos. CIERRO VENTANA, continúo.

En fin, volviendo al tema, hice un asado relámpago, me levanté al mediodía como todos los domingos (yo soy muy religioso y leí que había que descansar en una biblia que me dejaron en una mesita de luz de un hotel) previo descanso merecido, y armamos asado rápido, corriendo hasta el Centro Naval, y a armar un fueguito, tirar un vacío, bondiola, chorizo, morcilla, y listo, a hacer fuego y ver qué pasa.

Mientras hacía el asado, había una mesa con unos ocho viejos que estaban copeteando más que los aliados en la caída de Berlín, todos tipos grandes, un poco de carne, y mucho pero mucho vino. Pensé primero que seguramente tenían algún conductor designado, miré a un petiso que tomaba cunnington, y dije "que grande, se sacrifica por el grupo, un gauchazo". Pero no, al rato vi que se le ensangrentó el vaso, ya le había puesto Campari y estaba diciendo estupideces a los gritos.

Mientras me limpiaba las manos en las bermudas, que para eso están las bermudas de asado, escucho que uno dice algo así como "antes era distinto, ahora desde alfonsín que empezó con las libertades de esto, con lo de separarse, ahora resulta que unos homosesuales se pueden casar" (pelado dixit). Impecable, un tratadista en plena tarea, un prócer de la oratoria desplegando la magia en el asado. Pensé también que serían todos unos vejetes conservadores, hasta que el supuesto conductor designado dijo "pero ahora tenés travestis en la calle, podés pasar a la noche y tocarles bocina en palermo". Otro lúcido, tal vez un poco aburrido, qué se yo, mi sueño no es levantarme tipo 11 pm y salir a tocarle bocina al ancho Peuchele disfrazado de Xuxa...

Mi amigo C. un día, en mi despedida de soltero, pasó al lado de uno y le dijo "maestro, usté está para 100% lucha", y el travesti se nos ofendió, no se por qué, si tenía la pinta de un agerrido defensor uruguayo, con esteroides.

En fin, uno anda por ahí y escucha tanta pavada...

Estoy mirando por la ventana mientras les escribo, y veo las tres míseras plantas que tenemos en el lavadero...
Me pregunto: para qué? para qué complicarles la existencia a esas pobres plantitas? No es vida eso de estar en un lavadero, viviendo sobre el lavarropas en una macetita...
Para colmo, cada vez que centrifuga, ellas deben pensar "otro terremoto", creo que no crecen porque viven paranoicas, presas del pánico. Don dos potus, y una larga, que no se que es. Al potus lo conozco, no personalmente, no charlé nada, pero conozco la especie, digamos.

Una vez escuché que si les agregás la yerba del mate, del té, etc. les hace bien. Dudo que sea así, porque hay uno de los potus que está como medio desmayado, en una de esas es alérgico a la cafeína, teína, o alguna ína que tenga lo que le puse. Es un trauma verlo ahí medio moribundo, da un poco de pena.

Les conté que tuve un bonsai? Si, tenía uno, se lo había comprado a un supuesto descendiente de japoneses, que los vendía en Tomás Jofré, un pueblito pequeño, que a mi parecer es uno de los pueblos más sobrevalorados de la provincia de Buenos Aires, pero ese es otro tema, dejemos mi futura visita con lanzallamas y dos tanques Sherman a Tomás Jofré, y volvamos al bonsai y al supuesto nippon.

No me lo cobró caro, tenía piedritas y algo en japonés que, según el vendedor nippon, era el nombre del árbol. Para mí que podría haber dicho "diez pesos" en ponja, total no me iba a enterar. Tampoco lo pagué diez pesos, no piensen mal, era un bonsai, no un helecho podrido.

Cuando vivía solo, lo tuve conmigo en casa. Un amigo me dijo que daban mala suerte, pero le dije que al japonés se lo veía bastante bien, y no tenía ni ajos ni una foto de Pugliese a mano. Tenía que ponerle nombre, así que se imaginan cómo le puse? Si, le puse Bouchard, nos tratábamos de usted, una relación muy seria, sobre todo porque como yo no sabía japonés, no quería que pareciera que no le estaba respetando la raigambre cultural, sus raíces históricas, que por más pequeñas que fuesen, las trendría.
El gran problema es que al japonés mucho no se le entendía, digamos que se memorizó bien los precios, y dos o tres nombres de árboles autóctonos, pero el mío no era uno de esos. La cosa es que nunca comprendí muy bien los cuidados que tenía que tener con Bouchard.
Supuse que era como una persona de baja estatura, o sea, hacía vida normal de arbol, pero en escala.
Se ve que no era tan así, porque después de un tiempo falleció, o al menos quedó pelado pelado. Una pena, porque teníamos una linda relación, aunque como ya saben, no es muy interactivo un bonsai. Tampoco es que otras cosas lo sean más, una tortuga o los pecesitos están apenas por encima de él en actividad.

En fin, luego de haber perdido a Bouchard muchos fueron los consejos que me dieron sobre qué tendría que haber hecho, pero no creo en las soluciones pretéritas, ya la cagada estaba hecha. Decidí no tener más plantas, por eso ahora que miro a los potus y a la planta alta esta, no me siento tan afectado de verlas con cara de aburridas.

Bueno, los dejo, voy a pensar en alguna maldad para hacer mañana, que hace rato que me vengo portando bien, y no quiero que esto sea algo que marque mi personalidad.

jueves, 8 de octubre de 2009

Qué mañanita querido ! Bah, qué mañanita y qué tarde ayer !
Compramos unos muebles para el futuro grumete Bouchardcito que viene en camino (si usted no sabe de qué estoy hablando, busque un post con una foto de un pibe, lea los comentarios, o espere e intente descubrir de qué hablamos), resulta que hace 45 días se pagó la mitad.
La Sra. de la mueblería, que tiene un peinado raro, desmechado, como si se hubiese untado con matambre la cabeza, y luego la hubiese colocado en un tacho con dos pitbulls muertos de hambre, algo así, imaginen.
Bueno, la Sra. esta, prometió que en 45 días los entregaba. Le pregunté hace unos días si ya estarían los benditos muebles, y me dijo, con un amplio conocimiento de las necesidades humanas: "yo ya lo voy a llamar". Más útil que limpiaparabrisas en submarino, pensé yo, pero en fin...
Resulta que en este contexto, llamó ayer y me dijo "ya están los muebles, pero tenés que retirarlos mañana o pasado, porque la gente del depósito se va al interior". Así, textual. Yo me pregunté si estarían mudando todo el depósito, o si la Sra. no tenía llaves, o si era un poquito estúpida, incluso si lo que necesitaba era el dinero y es lo mejor que se le ocurrió. Me quedé con eso último, sobre todo pensando en lo shockeada que estaría después de la experiencia con los pitbulls esos en el tacho, tironeándoles del pelo, pobrecita.
Procedí entonces a desarmar dos escritorios enormes, uno de ellos con tooooda la pc y sus accesorios (recién uno se da cuenta ahi de todo lo que se cayó hacia atrás y no usaba). Después de toda una tarde desarmando y corriendo cosas, hoy a la mañana procedí a mudar esos escritorios a la casa de mis progenitores.
Hoy a las 8 de la mañana llegó el Sr. Jorge, el fletero. El flete era corto, apenas tres cuadras, no es mayor la distancia que me separa tanto de la casa de mis padres como de la de mi suegra, esa equidistancia es a su vez cómoda y problemática, pero ese tema corresponde a otro escrito.

El Sr. Jorge tiene algún inconveniente del que aún no he podido precisar origen. La comunicación con él se dificulta bastante, por no decir que es casi imposible. Un amigo mío diría que le dicen "diario mojado", porque no se le entiende nada. Lo que Jorge sí sabe decir con claridad es lo que te va a cobrar, ahí es un locutor. El resto del tiempo hace unos sonidos entreverados que me hacen dudar de su estado neurológico, su mandíbula, su dentadura, su lengua, no se, pero algo anda mal en este pobre hombre.

Mientras escuchaba a Piero, uno sus intérpretes favoritos en el camión, además de meditar sobre el suicidio, tuve una visión: pensé que estaba haciendo un viaje largo, con Jorge, escuchando a Piero, viajando al sur. Pensé también que después de eso sería buen momento para dejar de ingerir ginebra y kerosene a la mañana, o al menos, aunque sea, como paliativo, comer algún pedazo de pan, para que no caiga tan pesado.

Si estuviésemos navegando, Jorge sería ese marinero senegalés que subiste en cierto puerto, y que habiendo recorrido medio mundo, estarías todavía preguntándote si el pobre diablo realmente quería hacer lo que está haciendo, si tenía algún destino y no lo supo expresar, o incluso si comprende que no está allí en contra de su voluntad. Difícil tarea la de comunicarse con ciertas personas, sobre todo cuando hablan otro idioma. El de Jorge todavía no lo conozco, pero en una de esas el tipo me está hablando en arameo, como en la película de Mel Gibson, la de Jesús.

A fin de cuentas, llevamos las cosas, hubo que explicarle a Giorgio que es mucho mejor llevar todo derecho, que hacer rebotar las puntas de los muebles en las paredes, porque: 1. retrasan la marcha, 2. rayan los muebles, 3. hacen bajorelieves en las paredes. Casi al final de la operación pescó la onda, y evitó casi todas las paredes del pasillo, tal vez un poco ofendido por mi comentario. Tampoco es para que se ofenda, que yo le haya dicho que era más bruto que un arado a pedales no es una cosa del altro mondo, capisce?

Bueno, los dejo, tengo ganas de ir a escuchar a Piero, tal vez un poco de Sergio Denis, o si no poner bien fuerte un cidí del Paz Martinez, nombre difícil para un tipo al que si lo escuchás un rato, lo menos que te transmite es paz.
Ya que hablé de Sergio Denis, al final me quedó la duda: hizo una especie de "gran Sueiro" en paraguay, o simplemente se trató de un "viagrazo" que se pegó después de notar que su ex novia había ido a parar a Gran Hermano y resultaba más ordinaria que canapé de mondongo? No se, me quedó la duda.

Recién las voces me dijeron que escriba un párrafo más, que si leyeron hasta aquí no les cuesta nada leer un cachito más, que total no tienen nada que hacer, y que así anda el país, con gente que anda todo el día en la internés, en vez de ocuparse de lo importante, que como dijo Fontanarrosa, es la caída del cabello.

martes, 6 de octubre de 2009


I am a
Daffodil


What Flower
Are You?




No se, hoy me di cuenta que soy esta flor... según una página que vi en lo de Tita...
Mi amigo el Dr. Antorcha diría "mirá vos, cagate de risa" y seguiríamos haciendo otra cosa.

En fin, cuando uno está un segundo en estado gaseoso, vale la pena vivirlo a pleno.

lunes, 5 de octubre de 2009

A veces, si uno no tiene nada importante que decir, conviene estar callado, y escuchar a los demás.
Por ahora he estado escuchando, haciendo algunas, cosas, y leyéndolos a ustedes, que no es poco.
Nos vemos pronto.

H.B.