No le pongo título, y ?

Más cosas que me tienen podrido...
Pensé en poner este título, pero como estoy medio podrido, el horno no está para bollos y no voy a discutir ni conmigo mismo. Mucho calor me pone de mal humor porque, sinceramente, cuando uno tiene que trabajar o estar en la ciudad, el calor jode. Si tuviésemos playa cerca, todavía, pero no, resulta que los señores gobernantes no nos hicieron playas, salvo un par de reposeras que dejaron en Costanera el año pasado, que creo que duraron aproximadamente 32 minutos hasta que se las llevaron.

Desde qué momento -me pregunto- empezamos a ser tan tilingos ? Será que me estoy poniendo cada vez más permeable a la estupidez y le permito invadirme y eclipsar mi día hasta la completa obscuridad de la ira?

Hoy pregunté a cierto individuo de género femenino sobre una receta para hacer pizzas a la parrilla, o sea, algo interesante, piola, alegre, pero nada del otro mundo, no? Bueno, se entusiasmó y me dijo:
"Hayyyy que bueeeno pizza a la parrilla !! Te voy a dar unos "tips" para hacerla re re linda y gustosa. Podés hacerla de rúcula, o pizza verde, con vegetales .... " y así siguió por un minuto y medio.
Yo callado, con un mínimo respeto, escuché, y me limité a dar un "ahhh bárbaro, gracias".

Digo... yo quiero una "receta", no quiero "tips", porque para qué pedir "tips" si no quiero "pistas" de cómo hacer la pizza, no quiero jugar a Sherlock Holmes muzzarélico, quiero simple y ordenadamente la lista de los ingredientes, y un mínimo manual de procedimientos para luego hacer pizza. Pero pizza, no la estupidez de hacer pizzitas de moda que después tienen gusto a ensalada de puerros.

Cómo me jode soberanamente que usemos palabras en inglés u otros idiomas cuando no conocemos bien su significado... Que poco "cool" que es hablar de "tips" sin saber el "subject" de una "conversation", no?

Hay que conocer nuestras limitaciones. Justamente viene a cuento que el otro día Tito me dijo que dejó de lado el aprendizaje de batería, porque después de dos años de ser un autodidacta, finalmente se dió cuenta que sin batería no se avanza absolutamente nada. Cuando termine de pagar las cacerolas que le reventó a la vieja, dice que decidirá si se mete a comprar una, pero posiblemente compre un bongó, porque se tira más a los ritmos africanos. Siempre pensé que mi amigo Tito era medio pelotudo, estuve errado, el no ha hecho nunca nada a medias.

Desde el día de esa fiesta de quince fatídica, me dí cuenta que Tito sería un peligro para la sociedad. Ahora Tito es un tipo moooy canchero que se patina la guita del lavadero de autos en cualquier tilinguería que se le cruza. Tengo miedo de que pronto se embarque hacia Las Vegas, inspirado por su ídolo Mr. Ricky Fort, quien en todo su conocimiento del mundo, dijo el otro día en la tele que compró un Rolex en Las Vegas, "donde está la central de Rolex" según él. Tito como loco quería ir, no discutí, pero le advertí que Rolex era una firma Suiza, y que dado que Las Vegas no quedaba en Suiza, dificilmente fuese allí la "central" de los tipos, especialmente cuando Las Vegas estaba en el medio de los Estados Unidos y había un océano de por medio.

No se si Tito algún día entenderá, desde aquella fiesta que se vislumbraba su futuro negro...
Les cuento rápidamente: grupo de amigos del barrio, todos en la esquina, escuchando la música de una fiesta de quince que había comenzado a media cuadra, y sucedía específicamente en el jardín de una casa muy bonita. Todo precioso, pero no nos habían invitado.

Como en todo momento en el que el hombre se ve excluído de algo, surgen diversas líneas de pensamiento, algunas reflexivas intentan buscar el motivo de la exclusión, otras utilizan el maravilloso mecanismo de la negación para quitarle valor a la congoja. Nosotros estábamos más allá de eso, estábamos re calientes.
Alguno de los del grupo comenzó con las ideas, no recuerdo quién, pero dijo algo como "tendríamos que joderles la fiesta". Fue como una chispa, algo que disparó nuestras mentes hacia los más elaborados planes (dentro de nuestra limitada capacidad operativa) que pasaban por lanzar piedras, tocar timbre, rayar autos...
Entre todas las propuestas, alguien dijo "yo les tiraría basura". Lo miré asombrado, era algo muy elaborado y gratificante, pero Tito nos soprendió, dando una pincelada de lo que luego sería su obra de allí en adelante.
Tito nos miró - se notaba que había estado callado pensando algo - y dijo "listo, tiremos gatos".
Nos reímos, y seguimos escuchando la música, imaginando situaciones. Tito se retiró, casi no nos dimos cuenta, pero se fue.
A los diez minutos, mientras seguíamos viendo como entraba la gente a esa fiesta, escuchamos como peleaban unos gatos, nos acordamos de Tito y reímos. Qué falta de previsión la nuestra, y cuánto desconocimiento respecto de Tito... Los gatos se acercaron, nos levantamos para ver, y por la vereda, en clara carrera, venía Tito con los brazos en alto, separados del cuerpo lo más posible, con la cola de un gato en cada mano, vociferando algo que luego entendimos como "salí salí salí". Nos pasó por delante, cruzó la calle, y ante nuestras miradas atónitas, arrojó a ambos gatos por sobre la pared, hacia la fiesta.

Imaginen una mezcla entre Carrie, 2012 y los primeros minutos de Rescatando al Soldado Ryan. Así se veía ese espectáculo, gente corriendo, gritos, muchos gritos, cosas que se rompían, y un constante aullido felino que nos dió a entender que la macabra idea de Tito había tenido un resultado impactante.

Mientras corría a más no poder para alejarme del sitio del desastre, pensaba sobre la estabilidad mental de Tito, desde ese momento, cada vez que lo veo pienso lo mismo...