Batiseñal

Corren tiempos difíciles en Ciudad Gótica...
Ya no basta con los afanos en restaurancitos de Parlermo gólico, ahora afanan las parillas de Caballito (no tienen códigos, con el asado no se jode), manotean celulares a diestra y siniestra en el microcentro y en la provincia es un viva la pepa (pero la mala).

Vamos a terminar poniendo una batiseñal en uno de los focos de la cancha de tenis de mis amigos, a ver si podemos llamar a Juan Carlos Batman, para que nos dé una mano.

En capital, para combatir la seguridad hemos designado dos jefes con alma de "jaquer" que terminaron haciendo "la gran Bilardo" (por el tema de los alfileres y las pinchaduras).
En provincia, el Satánico Dr. No Sé (alias Dany One Hand) aparece después de algunos despelotes, con más preguntas que respuestas. Cuando le preguntaron por la inseguridad, salió con el cassette que tenía preparado ese día, y nos contó que sería bueno traer algunas tecnologías de Israel para combatir la aridez (Dany O.H. dixit).

Al final me parece que estamos en un eterno paso de comedia, o mejor dicho, en una obra tragicómica, porque por momentos confieso que algunas cosas, de tan nervioso que me ponen, ya me dan risa.

Desaparecieron los Pomar, y mientras un taxista dice que los vió en el sur, la policía de la provincia encontró una camisa con sangre de otro, y un perro baleado (el perro no quiso confesar).

Toda esta situación de los Pomar, sumada al caso de Wilde y otros tantos, más los polis urbanos pinchadores de teléfonos me hace recordar uno de mis chistes favoritos.

Un buen día a Dany One Hand se le ocurrió organizar una competencia internacional de fuerzas policiales. Si, por loco que parezca, Dany está en todo.
Como la benemérita provincia de Buenos Aires era la anfitriona, automáticamente se calificó para las etapas finales, zafando de una difícil clasificación contra Ghana y Andorra (los 4 polis de Andorra se las traen).
La etapa final quedó resumida en 3 competidores: NYPD (los polis de nueva york), la policía británica, y la bonaerense.

La prueba final consistía en largar un conejo en un descampado de unas 40 hectáreas, y a los 30 minutos salir a encontrarlo.
Los británicos aparecieron con 2 helicópteros, 12 perros, 10 motos, 2 cuatriciclos, y 45 agentes. A las dos horas de soltar al conejo, aparecieron con él en una jaulita. Aplausos, ovaciones, televisación en vivo por canal 7.

Continuaron los americanos: tecnología satelital, un avion radarizado AWACS, 4 helicópteros, un dirigible, 20 motos, 20 jeeps, 20 perros, 50 agentes, y 3 toneladas de equipos en un camión.
En menos de una hora volvieron con el conejo, la ovación fue tremenda, se organizó una conferencia de prensa explicando la tecnología satelital usada para ubicar el calor del animal, todo increíble.

Finalmente, el crédito local: 2 camionetas Isuzu a gas, un focus (también a gas) de la Buenos Aires 2, y 4 gordos con camisa manga corta, acompañados de un perro atado a una soga en la parte posterior de una de las camionetas.

Se soltó al conejo, salieron el Focus y una Isuzu (la otra no arrancó, el ayudante Rodriguez la había usado el fin de semana para ir a pescar y la trajo sin gas).

Para beneplácito del Gobernador, y estupor de la audiencia, a tan solo 15 minutos de habérse liberado al conejo, se observó a la Isuzu volver a toda velocidad hasta el puesto de control, se bajó un Principal, visiblemente transpirado, y de la caja de la camioneta bajaron a un chancho, bastante golpeado, que no paraba de gritar:

SOY EL CONEJO !!!!! SOY EL CONEJO !!!!!!!